Gestión de equipos y liderazgo
La gestión de equipos y el liderazgo en cualquier programa deportivo son factores clave para lograr el éxito. Contar con equipos motivados, bien dirigidos y altamente eficientes es esencial para aportar experiencias de calidad para las personas que participan en los mismos.
¿Sabrías las claves para conseguir una gestión de equipos y liderazgo eficaz dentro de un programa deportivo? ¡Quédate y te lo contamos!
PERFIL DE LÍDER
Cuando pensamos en una persona líder, vemos que en la RAE la define como “aquella persona que dirige u orienta a un grupo que reconoce su autoridad”, pero además, es aquella que es capaz de motivar a todo el equipo para que entre tod@s sus componentes, se alcancen los objetivos que se fijan. Para ello, se ha de trabajar en un ambiente seguro, positivo y acogedor.
Una persona líder hace crecer personal y profesionalmente a su equipo, les mantiene motivad@s, además de alzar su compromiso con la organización.
IMPORTANCIA DEL EQUIPO DE TRABAJO
La organización en la conformación del equipo es un aspecto muy significativo, puesto que la configuración del propio equipo de trabajo en el desarrollo del programa deportivo como en el equipo que debe liderar debe estar muy claro para valorar las competencias que buscamos tener entre todos los componentes.
La comunicación entre los miembros del equipo, es una pieza fundamental puesto que debería ser sencilla, clara y bidireccional para alinearse con los objetivos, las expectativas, los diferentes roles y las creencias sin que surjan contratiempos o si surgen que sean los mínimos posibles.
A la hora de llevar a cabo la toma de decisiones, la persona que lidera el equipo de trabajo ha de tener en cuenta dos cosas, por un lado sus propias habilidades, criterios y sus competencias, por otro, las habilidades y competencias del equipo que le acompaña. Todas las personas que componen un equipo son importantes y así han de sentirse, para que los programas se desarrollen con el mayor de los éxitos.
LÍDER CARISMÁTICO
Más que demostrar todo lo que vale, la persona que debe ser líder, tiene que confiar en su gente y reconocer su valía. Este nuevo liderazgo postcarismático adopta una manera más cooperativa de relación, que no se asienta ya en la exclusiva idea de jerarquía y el control del personal. En lugar de enseñar a la gente lo que tiene que hacer, se establecen unas relaciones de confianza y aprendizaje con todas las personas que conocen mejor que nadie su trabajo, reconociendo que pueden compartir el liderazgo en su propio ámbito.
El resultado de este nuevo enfoque de la gestión de equipos y liderazgo en el desarrollo de programas deportivos en una organización es el aprender colectivamente y transformar para recoger, utilizar y gestionar mejor todo su conocimiento. Para ello, se cuenta con todo el equipo, con sus aportaciones y opiniones a través del refuerzo positivo con el fin de tener mejor formación y preparación para que ocupen su protagonismo en todos los niveles.
Hablamos de una generación de líderes que tienen un objetivo en común, dejar a las organizaciones cohesionadas, y que además, comparten una visión, misión y unos valores en común con el resultado y el rendimiento en todos los procesos dando lugar a unos planes de acciones concretas y adaptativos según las necesidades, características o situaciones.
La búsqueda de la máxima eficiencia en todos los sentidos y aspectos para evolucionar en las competencias del grupo sería el trabajo de la persona líder y su equipo de personas que lideran el desarrollo del proyecto deportivo.
Por último, recordar que el trabajo de liderazgo no es fácil, puesto que no es una tarea sencilla. Se ha de mover a todo el grupo hacia la misma dirección para crear y perseguir los mismos sueños y objetivos. Para ello, debe tenerse a todas las personas intervinientes comprometidas y con sentido de pertenencia al colectivo, entidad u organización.
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